Una denuncia, un abogado, una puerta blindada, meses de espera, sufrimiento y mucha, mucha paciencia. Desalojar a un okupa no resulta nada fácil para un particular: cuesta una media de 2.100 euros más el dinero que deja de percibirse por la explotación de la casa y más la reparación de los desperfectos, pues en general suelen dejar la vivienda inhabitable.
El miedo que tiene cualquier propietario cuando se queda su casa sin inquilino es que se la ocupen. En función de la zona donde esté ubicada es más o menos fácil. Los expertos recomiendan evitar colgar el cartel de “se vende” para no dar pistas. Además, hoy en día casi todo el mundo busca piso por internet.
Para un particular que le okupen su vivienda es un auténtico drama, aunque se puede evitar en cierto modo. Si las fuerzas del orden ven la perpetuación del delito, es decir, ven a los okupas entrando en la vivienda, están en la obligación de evitarlo. Si la puerta del inmueble está abierta, pueden acceder y requerir el desalojo.
Si no es así, se puede recurrir a dos vías, tal y como señalan desde el despacho de abogados Pluslegal:
- Vía penal: denuncia por un delito de usurpación, recogido en el artículo 245 del código penal.
- Vía civil: desahucio por precario.
Existe la creencia de que en el plazo de 48h se puede poner fin a la ocupación, pero según la firma de abogados, tiene que ver con los protocolos policiales establecidos al respecto y con las ordenanzas municipales. Eso sí, estas últimas referidas únicamente a la ocupación del espacio público (edificios públicos o viviendas públicas, por ejemplo).
Según la firma Pluslegal Abogados, el tiempo que transcurre desde que el propietario interpone la demanda de desahucio por precario hasta que se produce el lanzamiento con una orden judicial es de unos ocho meses de media. Y los costes se disparan. Veamos cuáles son de media:
- Abogado: 1.200 euros de media
- Procurador: 400 euros de media
- Cerrajero: en el momento del lanzamiento corre a cargo del propietario 300 euros de media.
- Desperfectos:
- Acta notarial presencial para dejar constancia (escritura pública con fotos): 300 euros de media.
- Costes de reparación de desperfectos: depende de en qué condiciones se deje la vivienda.
- Dinero no cobrado por la explotación de la vivienda. Por ejemplo: el alquiler.
Éste el coste de acudir a la vía legal pero también existe una vía “no legal”: la mayoría de los okupas buscan dinero a cambio de abandonar la casa. Cada vez hay más empresas que se dedican a comprar pisos de bancos con okupas porque pueden adquirirse un 50% más baratos que el precio de mercado. Y el precio que se paga por desalojarlos es de 3.000 euros de media aunque algunos pueden llegar a pedir 4.000 y otros 1.200 euros, según declara un profesional del sector inmobiliario que prefiere mantener el anonimato.
Otro coste añadido es la colocación de una puerta “antiokupa” que puede costar entre 800 y 1.000 euros. Suelen ser puertas blindadas que pueden desmontarse y llevarse a otra casa. En la actualidad, hay puertas que no incluyen cerradura, con lo que se abren a través de una aplicación del móvil.
Según nos cuenta una fuente del mercado, el okupa profesional no suele asaltar el piso de un particular porque se enfrenta a las amenazas del propietario. En cambio, ocupan pisos de bancos porque saben que la banca no va hacer nada para no poner en riesgo su reputación. Por eso, optan por la vía judicial para desahuciar al okupa.
(Idealista 31 marzo 2017)